
Juzgados de Marín.
La víctima de la agresión en Los 3 Monos de Marín (Pontevedra): "Igual que a mí, se lo hace a cualquiera"
La jueza ha tomado declaración a Beatriz Pidal, una mujer de 72 años de edad, madre del propietario del local, ambos agredidos por un hombre el pasado 1 de marzo
Información relacionada: Investigan a dos detenidos por agredir al dueño de los Tres Monos de Marín (Pontevedra) y a su madre
Este jueves, la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Marín (Pontevedra) ha recogido la declaración de Beatriz Pidal, una mujer de 72 años de edad, una de las víctimas de la brutal agresión que tuvo lugar en el restaurante Los 3 Monos de la playa de Aguete.
Los hechos ocurrieron el sábado 1 de marzo por la noche, cuando dos hombres tuvieron un enfrentamiento con el dueño del local, Fernando Fernández Pidal, al que uno de ellos propinó una paliza. La madre del propietario acudió en su auxilio y también fue agredida por el mismo individuo. El ataque fue grabado por las cámaras de seguridad.
Beatriz Pidal ha reclamado que el agresor entre en prisión porque "igual que a mí, se lo hace a cualquiera". "Que esta persona no quede en la calle porque es un peligro público", ha solicitado.
Según ha declarado, desde aquel día, tiene problemas para dormir y sufre ataques de pánico. El 3 de marzo fueron detenidas dos personas por esos hechos y la jueza los dejó en libertad, imponiendo a uno de ellos la prohibición de comunicarse o aproximarse a las víctimas.
El abogado de la agredida ha insistido en el riesgo de que el presunto agresor repita los hechos ya que "es una bomba de relojería andante" y ha alertado de que "amparado en que consume, podrá cometer cualquier tropelía". Hacía así referencia a que, previamente a la brutal agresión en Aguete, ya había atacado a otra persona en otro bar de Marín, en el que él y su acompañante supuestamente hurtaron una tarjeta y la usaron para pagar.
"Se sensañó conmigo"
El abogado ha recordado que Beatriz estaba en el restaurante Los 3 Monos y vio que ell hombre, que llevaba horas en el local bebiendo, atacaba a su hijo, por lo que salió a defenderle al igual que hicieron dos trabajadores del establecimiento. Todos ellos resultaron heridos de diversa consideración.
"Después de golpear a mi hijo, al dirigirme a él, se ensañó conmigo. Lo primero que hizo fue darme un botellazo y un sillazo en la cabeza, provocando que me cayese y se me abriese una brecha", ha relatado la mujer
Sobre la brutalidad del ataque, su abogado ha manifestado que "pegarle con una botella en la cabeza, dejarla sangrando en el suelo, pegarle con una segunda botella y pegarle con una silla de hierro, yo creo que a ningún ser humano se le puede ocurrir".
Respecto a las lesiones del propietario del restaurante, tiene tres costillas rotas, daños en la nariz y contusiones que derivaron en un trombo pulmonar y en un infarto de pulmón.