CON PERMISO
Europa, freno de emergencia para los derrapes sanchistas
Asaltadas las instituciones y adormecida la opinión pública con la burundanga Next Generation, Bruselas es lo único que teme el Gobierno
Von der Leyen y Pedro Sácnhez
Europa es la última frontera del sanchismo. No hay más. El Gobierno y sus entrañas comunistas y separatistas solo temen la ira de Bruselas. Pedro Sánchez necesita que el rompeolas comunitario no se desborde con el ruido de su asalto a las instituciones, para utilizar ... a su antojo los fondos de recuperación y forrar de subvenciones y paguitas el año electoral. Hay un problema. Y gordo. Los países frugales nunca se fiaron de Sánchez ni de poner en marcha el helicóptero de dinero repartiendo euros.
Ahora aprietan a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von de Leyen, para que se den explicaciones sobre el uso de la bolsa de los Next Generation y Von der Leyen traslada aguas abajo la presión. Que cada palo aguante su vela. Moncloa prepara un plan para que la trompetería habitual ponga en valor lo bien que se gestionan en España los fondos europeos. Lo de menos es que sea verdad. Si se ha conseguido que personas que no trabajan y cobran el paro no figuran en las estadísticas públicas de desempleados –los fijos discontinuos, mucho mejor que decir los 'quieto-paraos' que sería más correcto pero menos serio–, ¡cómo no va a ser posible camelarse a los eurodiputados, que no están acostumbrados a los juegos de manos del ilusionista Sánchez!
El presidente del Gobierno ha articulado 2023 sobre tres ejes internacionales para huir de la irrespirable atmósfera que ha creado en España: Davos, Estados Unidos y la presidencia de turno de la Unión Europea. Con esos tres factores pretende levantar una imagen de europeísta, mientras por debajo de la mesa pastelea con el eje bolivariano y el Foro de Puebla, que ahora languidece con lo ocurrido en Perú, la que se avecina en Argentina y un Brasil menos entregado de lo que pensaba.
Sánchez arranca el curso 2023 paseándose por Davos y buscando la foto hasta con los bedeles del antiguo centro hospitalario. Su equipo trabaja desesperado para arrancar un encuentro en la Casa Blanca antes de las elecciones autonómicas y municipales y, por último, todas las esperanzas están depositadas en presentar a Sánchez como un Carlomagno 'woke' al frente de la presidencia de turno europea, preparando el terreno para su desembarco final en las elecciones generales allá por finales de año.
Para que ese plan llegue a puerto solo es imprescindible un pequeño matiz: la amnesia colectiva. En España, en Europa y en Estados Unidos. Es fundamental que ninguna voz crítica cuestione su forma de gestionar los fondos europeos ni el asalto de instituciones y empresas ni mucho menos su alianza con independentistas y comunistas para asaltar el cielo de la política y la economía.
Mientras... España sigue siendo líder en paro en toda Europa, con unas cifras de desempleo juvenil de vértigo; la deuda pública supera el billón y medio de euros –cifra récord de nuestra historia– y los fondos europeos siguen sin llegar a las pymes por un sinfín de papeleos que convierten las ayudas en un laberinto del que solo unos pocos privilegiados como Plus Ultra y Pachá logran ver la salida.
En un escenario de seguras subidas de tipos de interés lo único cierto es que todos vamos a ser mucho más pobres y que nuestros nietos van a tener que seguir tapando agujeros mientras los propagandistas del sanchismo nos repiten lo bien que se vive ahora. ¡Que le pregunten también a los autónomos tras la reciente reforma de Escrivá! –por cierto, en 2022 solo aumentaron en cinco personas los afiliados al régimen de trabajadores por cuenta propia, una gran cifra para las celebraciones de 'agit prop' gubernamental–.
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No paramos de mejorar, oiga. Igual sucede con los indultos, con la eliminación de la sedición y el abaratamiento de la malversación: Cataluña era una batalla campal hasta que Sánchez hizo estas tres cosas. Esa es otra trola del Gobierno, para variar. Y así vamos desde la pandemia y el cerrojazo al Congreso de los Diputados, porque lo peor de una peste no es que mata a los cuerpos sino que desnuda las almas. Yo, de momento, pedí a sus Majestades los Reyes Magos que espabile cuanto antes Núñez Feijóo y que se ponga en modo internacional, a ver si avanzamos que estos siguen instalados en la figura del trolero discontinuo, que solo deja de mentir para no decir la verdad.